miércoles

13. a Roma

"Como no tenía ningún conocimiento del mal, temía descubrirlo".

Teresa va con su padre a Roma. El tren atraviesa Suiza y ella se siente transportada ante el esplendor de la montaña y exaspera a un anciano que de todo se queja:

-"¡Hay que ver lo entusiastas que son estos franceses!"

Ella piensa: "¡Qué interesante es el estudio del mundo cuando se está en vísperas de abandonarlo!".

Oyen otras impertinencias, pero tambian hay otras personas. Saben que el apellido de su padre es Martin. Cada vagón lleva el nombre de un santo. Al vagón en que viajan Teresa y su padre le pondrán el nombre de "San Martín", como detalle de delicadeza.



El anciano conservará durante mucho tiempo el apodo de "señor San Martín". ¡No podía haberle caído a mejor persona!.

No hay comentarios: