martes

Cántico

Cántico de sor María de la Trinidad y de la Santa Faz

Jesús, al desterrarte a nuestra tierra,
movido por tu amor,
por mí tú te inmolaste.
Toma mi vida entera, Amado mío,
yo sufrir por ti quiero,
quiero morir por ti.

Tú mismo, mi Señor, nos lo dijiste:
«Nadie puede hacer más por los que ama
que por ellos morir».
Pues bien: mi amor supremo
eres tú, mi Jesús.

Se hace ya tarde, el día ya declina,
ven, Señor, a guiarme en el camino.
Con tu cruz voy trepando
por la colina arriba.
Quédate aquí conmigo,
peregrino celeste.

En mi alma tu voz encuentra un eco,
quiero a ti parecerme.
reclamo el sufrimiento.
Tu palabra encendida me quema el corazón.

Tuya es para siempre la victoria,
y extasiados los ángeles la cantan.
Antes de entrar en la celeste gloria,
el Dios-Hombre tenía que sufrir.

¡Cuántos desprecios por mi amor sufriste
en tierra extraña!
También yo quiero oculta y despreciada
vivir y ser en todo
la última por ti.

Tu ejemplo, Amado mío,
a abajarme me invita y a despreciar honores.
Para encontrarte, quiero
permanecer pequeña.
Olvidándome a mí
tu dulce corazón cautivaré.

No ambiciono otra cosa
que en soledad vivir, donde encuentro
mi paz y mi alegría.
En complacerte es sólo mi ejercicio
y mi felicidad... eres tú, mi Jesús.


Tú, el Dios inmenso, a quien rendido adora
el infinito cielo,
vives dentro de mí,
hecho mi prisionero noche y día.
Tu dulce voz me implora
y a cada instante me repite quedo:
«¡Yo tengo sed! ¡Yo tengo sed de amor!




Yo también soy, Jesús, tu prisionera,
y a mi vez quiero repetirte siempre
tu emocionada imploración divina:
«Amado mío, hermano,
¡yo tengo sed de amor!»

Yo tengo sed de amor, colma mis esperanzas
y aumenta en mí, Señor, tu llama viva.
Yo tengo sed de amor, mi sufrimiento es grande,
a ti volar quisiera... ¡a ti, Dios mío...!

Tu amor es mi martirio, mi único martirio.
Cuanto más él se enciende en mis entrañas,
tanto más mis entrañas te desean...
¡¡¡Jesús, haz que yo muera
de amor por ti...!!!

Fecha: 31 de mayo de 1896. - Compuesta para: sor María de la Trinidad,
en su santo.

No hay comentarios: